Computadoras nanomagneticas: el último grito en eficiencia energética

Campos Nanomagneticos

La tecnología nanomagnetica es una promesa. Si esta logra avanzar tal y como esperan sus investigadores, las futuras computadoras que funcionen con chips fabricados a base de pequeños imanes, podrian ser muy eficientes en el uso de la energía, tanto como lo permitan los límites de la física. Actualmente, las computadoras convencionales procesan la información mediante el transporte de electrones alrededor de sus circuitos. Pero, aunque los electrones tienen una masa minúscula, estos requieren de una sorprendente cantidad de energía para moverse. Incluso las computadoras más tecnológicamente avanzadas utilizan mucha más energía de lo que teóricamente necesitan.

Este límite teórico de energía fue creado por Rolf Landauer, físico de IBM, quien argumentó en 1961 que la alteración de un solo bit de información siempre produce una pequeña cantidad de calor. No importa cómo el equipo se construye, ningún cambio puede ocurrir sin una transferencia de energía. La mayoría de las computadoras devoran hasta un millón de veces más energía que este límite especificado por Landauer, cada vez que hacen un cálculo.

 

Los chips nanomagneticos están fabricados de un material similar a los imanes de un refrigerador, grabados en filas de rectángulos. Cada rectángulo mide aproximadamente unos 100 nanómetros de lado y tienen sus respectivos polos magnéticos. La información se almacena de acuerdo a la forma en que dichos polos apuntan: Una configuración es “1”, la otra es “0”. Debido a que estos imanes son tan pequeños, es posible empacar y agrupar estos lo suficientemente cerca unos de otros, para que sus campos magnéticos para interactuar entre sí. La información pasa sin ningún tipo de cambios físicos hacia el chip.

El diseño de chips nanomagneticos se encuentra todavía en su infancia, lejos de ser óptimos en eficiencia. No obstante, para ver la poca energía que estos chips pueden consumir, el equipo de Lambson a hecho estimaciones de cómo los campos magnéticos en los dipolos cambian durante el proceso de cálculo, y a continuación, miden la energía requerida para hacer dichos cálculos. Según Lambson, los resultados se acercan sorprendentemente al límite.

 

Vía: Wired

 

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